Embajada de EE.UU. amenaza de nuevo la ayuda al desarrollo, ahora so pretexto del conflicto judicial salvadoreño

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Desde hace dos semanas, la Embajadora de EE.UU. Mari Carmen Aponte viene amenazando de nuevo con negar a El Salvador 300 millones de dólares de fondos de desarrollo correspondientes al programa estadounidense Corporación del Reto del Milenio (MCC), esta vez so pretexto de un conflicto entre dos salas de la Corte Suprema de la nación. A lo largo del año pasado, la financiación correspondiente al MCC demostró ser un instrumento eficaz de intervención de los EE.UU., y la Embajadora Aponte lo ha utilizado públicamente en numerosas ocasiones para forzar la aprobación de la legislación de privatización conocida como Ley de Asocio Público–Privado (APP). “[…] Mejorar el clima de inversión, que a su vez lleve al desarrollo económico sostenible del país, es una de las prioridades que tenemos y las funciones de las Cortes y la fortaleza institucional de los tribunales supremos, en cualquier país, son de mucha importancia”, señaló Aponte a los medios de comunicación salvadoreños en una conferencia de prensa el miércoles 21 de agosto. La disputa comenzó cuando cuatro polémicos magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema –conocidos como “los cuatro fantásticos”– ordenaron a la Sala de lo Contencioso Administrativo que rechazase una demanda que cuestionaba la legalidad de los nombramientos de los propios cuatro magistrados. La Sala de lo Contencioso aceptó el caso y denunció a “los cuatro fantásticos” por extralimitarse en su jurisdicción legal. Como en el pasado, los EE.UU. ha defendido las polémicas medidas de la Sala de lo Constitucional. “Hemos sido claros que las resoluciones de la Sala de lo Constitucional deben ser respetadas por el bien de la institucionalidad del país”, afirmó Aponte. En efecto, en julio de 2012, dos senadores estadounidenses  amenazaron con retirar los fondos del MCC para El Salvador durante un conflicto entre la Sala de lo Constitucional y la Asamblea Nacional Legislativa instigado por la derecha salvadoreña como parte de la vigente estrategia para desestabilizar al gobierno. El Presidente Funes, sin embargo, negó las afirmaciones de la embajadora de que la concesión de los 300 millones de dólares del programa MCC estuviera en peligro, diciendo que a partir de la semana pasada, las negociaciones entre los dos países estaban avanzando sin problemas hacia una decisión final en septiembre. La magistrada Evelyn Núñez, de la Sala de lo Contencioso Administrativo, también desestimó las declaraciones de Aponte, diciendo que el conflicto había sido exagerado: “Ella (embajadora) representa los intereses de su país y si ella lo ve como un problema, pues sería lastimoso, pero realmente no es un problema.” No obstante, las amenazas de la embajadora han sido amplificadas en los titulares de los medios de comunicación de derecha del país. Con las elecciones presidenciales del 2014 en el horizonte, el partido derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) y la Iglesia Católica aprovecharon la oportunidad para defender a “los cuatro fantásticos” y acusar al gobierno izquierdista del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) de instigar el conflicto y a la vez ser incapaz de gestionarlo. El candidato presidencial de ARENA, Norman Quijano, considera la situación “grave”, y afirma que “ésta ha sido la norma bajo el gobierno del FMLN, esta inestabilidad política y jurídica que tanto nos ha perjudicado mucho”.

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