Mientras la violencia y la delincuencia siguen siendo una preocupación principal para la mayoría de los salvadoreños, el gobierno de Sánchez Cerén está cambiando significativamente las políticas de seguridad, pasando de anteriores políticas de “mano dura” a poner en práctica nuevas medidas que dan prioridad a la participación comunitaria en la prevención de la violencia y la aplicación de la ley.

Un nuevo programa de policía comunitaria ya está en marcha en muchas colonias urbanas de alto riesgo del área metropolitana de San Salvador, y pronto se ampliará a todo el país. En este programa, un pequeño grupo de agentes se asignan a una comunidad particular; allí, en coordinación con las asociaciones comunitarias, establecen contacto con cada uno de los hogares de la zona y les proporcionan información de contacto personal. El programa tiene por objeto fomentar la confianza entre los vecinos y la policía, y ofrece un medio para informar de la actividad delictiva de forma anónima, fomentando al mismo tiempo la colaboración y participación de la comunidad en la prevención y denuncia de la violencia. El Ministro de Seguridad, Benito Lara, explicó que la iniciativa no busca “relación para que la población se convirtiera en simple informante.”, sino que, “la gente va a tener control de los mismos policías porque va a saber quiénes son.”

Al nivel nacional, el Presidente Sánchez Cerén ha convocado un Consejo Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana, con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y contando con el apoyo financiero de la Unión Europea. Los participantes del Consejo incluyen ministerios gubernamentales, gobiernos municipales, la Organización de los Estados Americanos, y representantes de los partidos políticos, las iglesias, los medios de comunicación y el sector privado. En octubre, el Consejo estableció seis grupos de trabajo dedicados a la prevención de la violencia, lucha contra el delito y enjuiciamiento de éste, reinserción social y rehabilitación, asistencia a las víctimas, fortalecimiento de las instituciones de seguridad ciudadana, mecanismos de coordinación y medios de comunicación. “Esta iniciativa pretende reforzar la cohesión social, incrementar  la confianza entre la ciudadanía para la prevención de la violencia; e influir de forma positiva en la calidad y competencia de las instituciones para mejorar los sistemas de justicia y la aplicación de la ley”, dijo Presidente Sánchez Cerén.

Al fomentar la participación de los diversos sectores de la sociedad salvadoreña, la Policía Comunitaria y el Consejo de Seguridad y Convivencia Ciudadana, el Gobierno  demuestra su reconocimiento de la violencia como un fenómeno multicausal, que requiere cambios estructurales sistémicos y amplia participación de la comunidad para atacarla.

Traducido por Juan Antonio Julián