EE.UU. continúa extorsionando con la cooperación para el desarrollo, ahora usando el CAFTA para amenazar los programas sociales

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La extorsión que EE.UU. conduce con la cooperación para el desarrollo ha entrado una nueva fase en El Salvador. No satisfecho con la aprobación de la controversial Ley de Asocios Públicos y Privados (APP), ni con su modificación a través de varias reformas, el gobierno de EE.UU. ha soltado ahora una nueva serie de condiciones que asegura son necesarias para el desembolso de casi $300 millones del financiamiento del FOMILENIO. Esta vez, su blanco son los históricos programas sociales y reformas iniciadas por el primer gobierno progresista de la nación.

El martes 8 de abril, John Barrett, asesor económico de la embajada estadounidense en San Salvador, reveló “preocupaciones” que el representante del Comercio Estadounidense tiene acerca del cumplimiento de El Salvador con el Acuerdo de Libre Comercio con Centro América (CAFTA), refiriéndose específicamente al programa de agricultura familiar de la administración FMLN-Funes, el cual provee semillas domésticas y no genéticamente modificadas a pequeños agricultores para promover la producción local y la soberanía alimentaria. El informe de 2014 sobre El Salvador del Representante de Comercio de EE.UU también incluye sus ansiedades acerca de la medida de la Reforma Nacional de la Salud que permite que el Ministerio de Salud compre farmacéuticos sin una licitación pública abierta (permitiéndoles comprar medicinas más baratas de Venezuela y Cuba) y la Ley de Medicamentos de 2012, la cual regula los notoriamente extorsionadores precios de las medicinas en El Salvador. En efecto, el gobierno de EE.UU. está reteniendo los fondos del FOMILENIO para defender los intereses de Monsanto y las grandes empresas farmacéuticas al costo de la vasta mayoría del pueblo salvadoreño.

El Salvador ya ha cumplido las condiciones establecidas por el FOMILENIO requeridas para calificar para los fondos. Sin embargo, EE.UU. continúa sorprendiendo al país con aún más condiciones. Las demandas sinfín que EE.UU. impone a los legisladores salvadoreños delata a los fondos del FOMILENIO como un mero mecanismo para la imposición de los intereses comerciales de EE.UU. Con una nueva administración FMLN a la espera de asumir el poder el primero de junio, Estados Unidos parece determinado en minar más los intentos de construir iniciativas de desarrollo alternativo equitativas y sostenibles, además de hacer retroceder las existentes. La invocación del CAFTA contra las acciones pioneras del primer gobierno FMLN en el país deja al descubierto la lucha entre dos modelos de gobernanza opuestos, uno que protege los intereses de una pequeña elite corporativa, y otra que sirve a la mayoría popular.

Traducción del inglés hecha por Reynaldo Contreras-Valle.

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