CISPES tiene un compromiso a luchar por un mundo mas justo y sin opresión. Reconocemos que las raíces de opresión corren por la fundación de nuestra sociedad y por nuestros propios seres, y que todas las luchas por la libertad — desde la batalla por la autodeterminación en El Salvador hasta la lucha contra el racismo en EE. UU., el sexismo, y heterosexismo — están vinculadas.

El compromiso de CISPES a desafiar comportamientos opresivos viene de un deseo fuerte por “comunidad”. Buscamos crear una comunidad en la cual crezcamos y nos respetemos el uno al otro, y en la cual no tengamos la necesidad de dominar ni controlar a nadie. A través de la organización inclusiva, creemos que podemos lograr crear una comunidad y ayudar a construir un movimiento de base masivo para desafiar eficazmente la injusticia.

Reconocemos que obstáculos a un método inclusivo de organizar — el racismo, el sexismo, el heterosexismo, clasismo, prejuicios en contra los más joven o más viejo, prejuicios en contra la gente con menos capacidad física y otras actitudes dominantes — nacen de una ideología de opresión, fundamental dentro de nuestras instituciones sociales y dentro de nosotros mismos.

La opresión es fomentada por la ignorancia y el prejuicio, los cuales caracterizan nuestras escuelas, los medios de comunicación, e instituciones gubernamentales. La opresión está impuesta por la violencia, desde los atentados contra homosexuales y lesbianas hasta la esterilización forzada de mujeres de color.

La opresión puede ser obvia, como en el caso de la paliza de Rodney King o la inquisición del Senado hacía Anita Hill. También puede manifestarse más sutilmente como cuando se les da menos valor a los comentarios de mujeres durante una reunión de CISPES o cuando bailes de CISPES están orientados para la gente blanca y heterosexual. Esta manera de comportarse disminuye nuestro trabajo colectivo, mientras que sirve para aislar y des-empoderar a los individuos dentro de la organización.

Entonces, confrontar y tratar con la opresión debe ser el foco de nuestro trabajo en CISPES. Necesitamos fortalecer continuamente los mecanismos de organización inclusiva, incluyendo la “acción afirmativa”, talleres educativos, la creación de coaliciones con los movimientos de gente oprimida. Continuaremos estudiando y articulando la historia y la dinámica de la opresión.

Finalmente, nos esforzamos a crear un espacio mas seguro para las víctimas de opresión, un espacio en donde los oprimidos puedan encontrar aliados en la lucha contra la injusticia. Tenemos que dar validez a los sentimientos de dolor, de ira y de frustración de nuestros compas cuando son violentados. Tenemos la responsabilidad por crear un modelo inclusivo de organización dentro de CISPES y dentro de los movimientos progresivos nacionales e internacionales. Tenemos que tomar responsabilidad para educarnos y desarrollarnos para que todas las personas encuentren en CISPES un hogar organizativo.

Desde su nacimiento, CISPES ha basado sus acciones en una visión de autodeterminación y justicia social. Esta visión no puede ser limitada a un sólo país ni un sólo pueblo. La solidaridad significa apoyo mutuo en la lucha contra la discriminación e injusticia, mientras creamos una sociedad en la cual toda persona pueda realizar su potencial sin obstáculos de raza, género, preferencia sexual o de clase.