Nuevas reglas para votar en el extranjero, explicadas por legisladora del FMLN
El 28 de agosto, la diputada de la Asamblea Legislativa del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Anabel Belloso, realizó una sesión informativa en Zoom para la diáspora salvadoreña. En la sesión, compartió la información más actual sobre cómo se efectuará el voto en el exterior para las próximas elecciones presidenciales y legislativas el 4 de febrero de 2023.
Aunque el gobierno de Nuevas Ideas está promoviendo la Ley Especial para el Ejercicio del Sufragio en el Extranjero, aprobada en octubre del año pasado, como una conquista del derecho al sufragio largamente anticipado para la diáspora salvadoreña, el voto en el exterior ha sido posible para las elecciones presidenciales desde 2014. Lo que sí es nuevo en la legislación de octubre es la participación desde el extranjero en las elecciones legislativas.
El voto en el extranjero se realizará electrónicamente con dos opciones: voto electrónico presencial en consulados y otras sedes diplomáticas (que no se han especificado) el día de las elecciones, o voto en línea desde computadoras personales en las semanas y días antes del día de las elecciones, ambas modalidades siendo una primicia para elecciones salvadoreñas. El voto en línea será posible desde el 6 de enero de 2024 hasta el día de las elecciones, el 4 de febrero de 2024. El voto electrónico presencial se realizará en 81 centros de votación en 30 países diferentes, la mayoría en Estados Unidos.
Sin embargo, según Belloso, los detalles del proceso van en retraso según los tiempos estipulados en la ley, y dirigentes de partidos de oposición han expresado su preocupación por la posibilidad de fraude en el nuevo sistema. La población salvadoreña en el exterior tendrá hasta el 5 de noviembre para registrarse para votar en las elecciones de 2024. Pueden revisar su registro y centro de votación en el sitio web del Tribunal Supremo Electoral (TSE). Todos los votos emitidos utilizando pasaportes como identificación y documentos de identidad (DUI) con direcciones fuera de El Salvador se contabilizarán como votos para diputaciones en la Asamblea para San Salvador, según una cláusula incluida en la nueva ley electoral. Las personas votantes tendrán hasta el 5 de noviembre para cambiar la dirección en su DUI u obtener una nueva si quieren votar en un distrito electoral fuera de San Salvador.
La medida de contabilizar más votos del extranjero para los escaños legislativos de San Salvador es vista por la oposición como una táctica electoral, destinada a influir desproporcionadamente en el voto de la capital, donde los escaños están más densamente localizados y donde el mayor número de legisladores de la oposición fueron elegidos en las anteriores elecciones legislativas.
Los partidos políticos de oposición expresaron preocupación por la seguridad del proceso, concretamente con respecto a los documentos de identidad y el voto electrónico. Las personas salvadoreñas podrán votar con el DUI caducado y, por primera vez, con el pasaporte. Ambas posibilidades amplían la posibilidad de fraude electoral, ya que una persona puede tener varias formas válidas de identificación con derecho a voto, y se necesitará capacitación para verificar la autenticidad de los pasaportes con fines electorales.
El voto electrónico, incluido el voto en línea, presenta sus propios problemas. En El Salvador, los votos se emitirán y contarán como en elecciones anteriores: con papeletas de papel, recuento manual y verificación de resultados por varios partidos antes de que cada mesa envíe los resultados electrónicamente al TSE. Aunque la implementación del voto electrónico a gran escala sin años de pruebas es de por sí poco convencional, han surgido otras preocupaciones en relación a la empresa contratada para llevar a cabo el proceso. Se adjudicó el contrato a una empresa española, Indra, a pesar de haber presentado la oferta más cara y con menos detalles. La oferta también infringió la ley de contratación pública al haber sido incrementada cuando el proceso ya estaba en marcha. Además, la empresa no ha ofrecido un plan para evitar el fraude o garantizar la veracidad de los votos.
Belloso también subrayó la oposición de su partido al anuncio que hizo en agosto el TSE sobre la composición de las juntas de vigilancia electoral que se instalarán en cada país donde los salvadoreños votarán en el exterior, la Junta Electoral del Voto en el Exterior (JELVEX). Según la ley de 2022, esta junta de tres integrantes, encargada de verificar la autenticidad de los votos y con potestad para impugnar los votos irregulares, estará formada por representantes de los tres partidos más votados en las elecciones anteriores. A pesar de que el FMLN obtuvo la tercera votación más alta en las elecciones de 2021, después del partido Nuevas Ideas de Bukele y la tradicional Alianza Republicana Nacionalista de Derecha (ARENA), el TSE otorgó el tercer escaño a GANA, que se presentó en coalición con Nuevas Ideas, que obtuvo la votación más alta. Según Belloso, esta medida tiene la clara intención de violar el derecho del FMLN a participar en los mecanismos de control electoral como partido político de oposición. Además, es un indicio de la influencia de Bukele sobre el TSE, la máxima autoridad electoral de El Salvador, un factor que probablemente llevará a que el TSE acepte la candidatura de Bukele en las elecciones de 2024, a pesar de que permanecer en el cargo durante un mandato presidencial consecutivo es inconstitucional.
Estos nuevos detalles sobre el proceso de votación para la población salvadoreña en el extranjero se producen en medio de cambios más amplios en el sistema electoral que recientemente han sido fuertemente denunciados por grupos del movimiento social popular salvadoreño. En los últimos meses, el presidente Nayib Bukele anunció su candidatura a la reelección, a pesar de múltiples prohibiciones en la Constitución. Su mayoría calificada en la Asamblea recién aprobó una ley para reducir el número de escaños legislativos en casi 30% y el número de municipios en más de 80%. Las reformas también modificaron la forma de contar los votos, dificultando a los partidos minoritarios la obtención de escaños legislativos. Con las elecciones a la vuelta de la esquina, la búsqueda de reelección inconstitucional de Bukele y los ataques contra el proceso electoral fueron el blanco de las protestas callejeras masivas de este año el 15 de septiembre, Día de la Independencia de El Salvador.